Entradas de un imperio


Mucho es lo que gira en torno a la ciudad de las tres culturas, Toledo, belleza castellana aval de la historia, cuyas piedras de suelo y muros son el reflejo histórico de aquellos quienes forjaron el imperio a lo largo de los siglos. Ladrillo, piedra de sillería y en mampuesto... el arte que engalanó a ilustres y célebres personajes en su acceso a la ciudad imperial. Todos coinciden en lo mismo, la urbe museo; una exposición viva que en cada rincón alberga el más hermoso de los tesoros de Castilla.

Pero... Toledo no tiene una puerta; la historia, el arte, la cultura, la arquitectura... una concepción de la belleza que da acceso a la puerta hacia el azul, las entradas del imperio que te hacen viajar en el tiempo y poder sentir de verdad "de Toledo al cielo".

Hagamos un recorrido muy especial, que Toledo nos muestre el arte de la arquitectura con grata bienvenida; que sean las puertas del Imperio quienes hablen por sí solas demostrando su sobriedad.

Puerta de Bab-Shagra | Bisagra


Y... llegando por el Norte... Puerta de Bab-Shagra; denominada comúnmente Puerta de Bisagra, de origen musulmán, fue reconstruida en los reinados de Carlos V y Felipe II. En su parte exterior, un arco del triunfo construido en sillería almohadillada, está coronado por el escudo imperial de la ciudad, con el inconfundible águila bicéfala y flanqueado por dos grandes torreones semicirculares con granito en mampuesto con dos figuras de Reyes sedentes. El arco de medio punto en su interior, está abrazado por torreones cuadrados, que en su parte superior, están engalanados por chapiteles de cerámica.




Puerta del Sol y la Luna


Si el día tiene dos momentos mágicos, esos son el alba y el anochecer toledano; Puerta del Sol y la Luna. Torre albarrana del reino de Taifa, reconstruida en el siglo XIV al estilo mudéjar. Vano de arco de herradura, doble friso de arquería... Matacanes, buhardas, almenas, carácter militar aunque de función defensiva y de arco triunfal. Un gran ejemplo de la configuración de varios estilos artísticos, que en cuyo interior alberga un busto clásico y un sarcófago paleocristiano. En el silgo XVI, se añadió al arco exterior un relieve con el emblema de la Catedral Primada de Toledo, justo bajo la luna y el sol, que da nombre a este monumento arquitectónico.



Puerta del Vado


A escasos cincuenta metros de la Torre albarrana de la Almufala del siglo XIII... Puerta del Vado. Por aquellos tiempos, las aguas del Tajo dividían en dos su cauce, por lo que parte de la muralla había que vadearla para acceder al interior de la ciudad de las tres culturas. Con el paso de los siglos, leyendas y poemas enamoraron a la puerta con la torre, llegándose a llamar puerta de la Almufala. Del olvido al recuerdo de la belleza más sencilla de las puertas de Toledo, que abrió sus humildes hojas a todos aquellos antecesores que daban sus pasos hacia la ciudad cuando las aguas del Tajo enfurecían en fríos inviernos.



Puerta de Alarcones


Puerta de Alarcones, sencilla, robusta... elegante; de apenas ornamentación, procedente de la época islámica, es un símbolo defensivo cuya torre es de carácter albarrana. Construcción en sillería y de  herradura de medio punto, fue junto a la Puerta del Sol y la Luna, los accesos a la ciudad mejores defendidos en los tiempos del Islam. En el siglo XVII, esta entrada fue derruida en parte, y siglos posteriores, el convento próximo ha permitido su reforma para en cuanto a albergarlo en sus dependencias para mejor conservación y restauración a lo largo de la historia.




Ya en el olvido, aunque perduran archivos historiográficos de la época musulmana, el actual denominado Barrio de Curtidores enmarcó en su conjunto histórico arquitectónico la Puerta de Bab al-Dabbagin conocida antiguamente como Puerta de Curtidores. Este monumento, estaba cercano a la actual Iglesia de San Sebastián, que de construcción islámica y posteriormente cristiana, ha sido ocupada desde el siglo X hasta el XX.
Puente y Puerta de Alcántara

Y... tras andar los pasos de romanos con el imperio bajo palio... Puerta de Alcántara, engalanando bajo su escudo de armas el puente del mismo nombre. De origen romano, pero... con un arco en forma de herradura; fue allá por el siglo X cuando en su restauración por grave deterioro, se redujo el tercer aro a un portillo con arco de herradura. En el escudo de armas que triunfa a la portada, se refleja la unión del Reino de Castilla con el de Aragón, pero... sin el fruto de Granada puesto que a la fecha de su construcción, aún no estaba concluida la reconquista. Con el paso de los años, bien merecido ha sido su declaración en 1921 como Monumento Nacional.




Puerta de Bab al-Mardum

El acceso a la medina islámica toledana tiene nombre propio, Bab al-Mardum. Comúnmente denominada Puerta de Valmadrón, es de origen musulmán, cuyos restos más antiguos datan de los siglos IX y X. La pérdida de sus primitivas torres en el siglo XV, le dotaron de nueva función, perdiéndose el carácter defensivo de la entrada. A partir de ahí, se la comenzó a llamar Puerta del Mayordomo o Puerta de la Cruz, puesto que en ella vivía el Corregidor de Toledo; con el tiempo... los Reyes Católicos cedieron la propiedad a Pedro Lasso de Castilla, que en poder de sus descendientes ha sido propiedad de la Casa de Mendoza, una entrada noble a uno de los escudos de armas de la nobleza castellana.




Puerta de Doce Cantos


Junto con la Puerta del Vado, la Puerta de Doce Cantos es de las más sencillas de construcción. De origen árabe, su función exclusiva era dar paso del Barrio de Alficén hacia el Puente de Alcántara, más concretamente a la fortificada Plaza de Armas de la Puerta de Alcántara, frente al Castillo de San Servando. En la segunda década del siglo XX, tras su restauración y mantenimiento, fue declarada Bien de Interés Cultural, pese a verse alterada su estructura árabe original.




Puente y Puerta de San Martín

Destruido casi en su totalidad en la guerra entre Pedro I "El Cruel" y Enrique II de Trastámara "El de las Mercedes", el Oeste de la ciudad toledana tiene nombre de santo. Puente de San Martín, que con torreones hexagonales en sus extremos, está formado por cinco elegantes arcos. Reedificado después de la citada guerra, el obispo Pedro Tenorio, ordenó su restauración. La entrada a la urbe castellana está engalanada en su pórtico; bóvedas nervadas, arcos ojivales y de herradura son arropados por el escudo imperial flanqueado por ambos Reyes sedentes. | Cuenta la leyenda sacra, San Martín bajo túnica a caballo, ofreció su capa a un méndigo; como agradecimiento a la obra caritativa, desde los azules bajó Cristo vestido con la media capa del méndigo pronunciándole «hoy me cubriste con tu manto».



Puerta del Cambrón

Cuando la belleza natural se apodera del lugar, el conjunto arquitectónico se apellida de orgullo con su nombre; cambroneras, arbustos de carácter espinoso que crecían en el lugar, avalan a la historia en la Puerta del Cambrón. De origen musulmán, aunque su versión actual procedente de 1576, tiene planta cuadrada y cuatro torreones cubiertos por chapiteles de pizarra. Blasones imperiales en ambos lados; el escudo de la ciudad a uno y el de Felipe II "El Prudente" al otro, engalanado éste último por el collar del Toisón de Oro. Bajo este escudo de la Casa de Austria... hornacina sencilla y elegante que alberga la imagen santificada de Santa Leocadia, que a escasos metros se la rinde homenaje y devoción en la iglesia del mismo nombre.



Puerta de Alfonso VI 


La primitiva puerta de Bisagra, que para distinguirla de la Puerta de Bab-Shagra [ Puerta Nueva de Bisagra ], pasó a denominarse Puerta de Alfonso VI. De primer estilo califal, fue reformada en el siglo XIII, y flanqueada por robustas torres; arropa un arco de herradura rodeado de alfiz, construido por dintel y engalanado por un relieve Visigodo. Su reforma Mudéjar a base de mampostería y ladrillo de Era sobre sillares, con un rastrillo defensor en su interior para impedir el paso a enemigos evitando luchas innecesarias.



Sentir, palpar sus piedras... momentos inolvidables que invitan a la recreación histórica en tu propia mente. Incluso, si vuelves a pasar por debajo de esa entrada, tienes la necesidad de hacerlo nuevamente; Toledo, la ciudad de las tres culturas, el imperio que te abre sus puertas para vivir el arte y la arquitectura en su máximo esplendor..

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